TERROR NOCTURNO
Por F. H. García.
Como de costumbre el
sueño recurrente de su infancia lo atacaba de nueva cuenta, cada mes
era lo mismo una y otra vez soñando lo mismo, ese maldito sueño que
no lo dejaba en paz y que le turbaba a razón de cada veintiocho o
treinta días, era algo que lo aterraba y hacia que despertara
sudando y con taquicardias, maldecía a su cerebro cada vez que esto
le pasaba y siempre a la misma hora en las mismas fechas; si tenemos
en cuenta que esto llevaba ocurriendo desde los 5 años y el ahora
tenia 34 podemos darnos cuenta de cuanto tiempo ha vivido con este
problema y que hasta cierto punto ha ignorado pero hoy nos
adentraremos y profundizaremos en este sueño, lo relataremos de la
mejor manera posible para que sea fácil de entender.
El se encontraba
como cada noche recostado en su cama intentando conciliar el sueño e
inocentemente comenzó a contar del cien al cero en cuenta regresiva
para apresurar al sueño y caer dormido mas fácilmente, cosa que no
logro hasta la segunda vuelta de conteo regresivo una vez alcanzada
esa etapa del sueño cuando no logras discernir si estas dormido o
aun no, comenzó a soñar cosas random, cosas sin importancia propias
de esta fase del sueño; pero cuando llego a la fase de sueño REM es
decir la fase de sueño profundo, donde el cerebro se encuentra en
estado similar al de vigilia pero que es difícil despertar y en la
que los sueños son mas lucidos y se quedan por mas tiempo en nuestra
memoria de corto plazo que al día siguiente nos permite recordad de
que trato el sueño que tuvimos la noche anterior u horas atrás, fue
cuando inicio el terror nocturno que lo perseguía desde la infancia.
Se encontraba parado
a la entrada de un poblado que se veía algo antiguo, de esos del
estilo del siglo XIV o XV, los arcos de la entrada eran de roca
solida tallada y encajada a la perfección cuyos cantos exteriores
eran coronados por una suerte de murallas de roca de cantera labrada
y con cortes simétricos que servían a la ves de protección ante
ataques externos, como para resguardar a los pobladores de dicho
lugar; por las calles no se veía ni un alma las casas pareciera que
se encontraban abandonadas pero los jardines contaban otra historia,
perfectamente cortado el pasto, las cercas y muros de enredaderas
maravillosamente perfilados y las luces de velas al interior de
dichos hogares denotaban que claramente alguien se encontraba
viviendo ahí. Comenzó a caminar por la calle principal, una calle
empedrada con grandes piedras de río y en cuyos bordes exteriores se
encontraban decoradas por una suerte de guarnición de piedra de
cantera rosada y labrada hasta tal punto de dejarla muy lisa y
suavizada, sus pasos aunque temerosos eran firmes y se hacían eco
por la calle solitaria.
Serian como las 5 o
6 de la tarde presumiblemente ya que no se podía saber con certeza,
su vestimenta era moderna, como la que usaba el día anterior, una
playera gris, unos vaqueros desgastados, tenis algo sucios y una
chamarra que hacia juego con los vaqueros de igual manera algo
desgastada, mientras seguía caminado por la calle principal pudo
notar como por entre las ventanas se dibujaban las siluetas de
rostros que lo veían pasar, se notaba una mirada interrogante en
algunos de esos rostros pero mas el miedo que era evidente en la
forma como se asomaban, algunos corrieron sus cortinas o cerraron la
hojas de madera de las ventanas que bloqueaban por completo la
visibilidad al interior de las viviendas; a lo lejos se veía un
negocio abierto el único en toda esa calle, mientras caminaba hacia
ese negocio pudo notar que un poco más lejos en una loma que estaba
bordeada por una pared muy pequeña se encontraban varias cruces, era
una suerte de cementerio que intuyo era el cementerio de ese poblado.
La entrada del mismo quedaba a un costado de la calle principal y una
calleja conducía a la misma, en esta se encontraban pocas casas, a
lo mucho dos, pero muy grandes del tamaño de una mansión de al
menos 7 recamaras.
El no presto
demasiada atención al cementerio ya que no era algo que le generase
curiosidad pero al dar el siguiente paso escucho unos pasos a su
espalda, el sabia perfectamente de que o de quien se trataba después
de todo era su cita recurrente de cada mes al revivir su terror
nocturno, volteo para ver quien era, logro ver una sombra negra, alta
y con forma humana, pero su tamaño no era para nada el de un humano,
comenzó a caminar hacia el negocio abierto y el extraño ser lo
siguió aunque a una distancia muy alejada ya que el se encontraba a
medio pueblo y a medio camino del negocio y su perseguidor se
encontraba a la entrada del poblado; como bien dijimos el reanudo su
paso y el aterrador ente inició su marcha a medida que el muchacho
aceleraba el paso la criatura lo hacia también, dejando escuchar el
sonido de sus fuertes pisada en el empedrado de la calle, el joven
juraría que de las rocas salían chispas, pero jamas se volteo ni
una sola vez en ninguno de sus sueños para poder comprobarlo pues
era mas el miedo y el pavor que le hacia sentir su perseguidor.
A medida que
aceleraban sus pasos y ya casi en una carrera descontrolada el
muchacho alcanzo la entrada de aquel negocio que hasta entonces
permanecía en el anonimato y que ahora sabia que se trataba de una
taberna, entro agitado y sin aliento, los clientes le miraron con
zozobra y algo de miedo pues sus ropas no concordaban con las de los
habitantes ni su aspecto, se asomo por la puerta de la taberna y pudo
ver como ese ser se quedo afuera, expectante mirando desde el
interior de su capucha con unos ojos tan rojos que parecían de fuego
al muchacho, el tabernero que había escuchado los pasos de aquel ser
se acerco al joven y le dijo que pasara que no tuviera miedo que
estaba entre amigos y que aquello que lo perseguía no podía entrar
a ese lugar ni a ninguna de las casas, pero el cementerio era otro
cantar, el joven iba a preguntarle quien era el sujeto que lo
perseguía pero el tabernero no lo dejo decir una sola palabra ya que
le indico que el no sabia quien o que era pero que tenia muchos años
viniendo a la misma hora todos los días y que desde su aparición
muchas personas han desaparecido del pueblo, pero que con el paso del
tiempo han logrado evadirlo.
El tabernero le
indico que pasara con un ademan de la mano, el joven se sentó en la
barra y el tabernero le sirvió en una copa de madera vino, dulce
vino que el muchacho se apresuro a beber y ya un poco mas calmado
intento obtener mas respuestas pero el tabernero no le pudo dar mas
información ya que no tenia respuestas a sus preguntas, otros
clientes que lo miraban desde el fondo de la taberna solo atinaron a
decirle que saliera de ese pueblo lo más pronto posible y que no se
quedara mas o el podría ser el siguiente en desaparecer y mas con
esas extrañas ropas que el usaba; tras esto el tabernero le entrego
una muda de ropa y le dio una suerte de mochila de carnaza para que
guardara su ropa anterior. El muchacho se apresuro a cambiar y una
vez guardada su ropa vieja y vestido con algo de la época decidió
marcharse de ese lugar agradeciendo al tabernero por el trago y las
ropas y a los clientes por haberle dado esa advertencia.
Salio de la taberna
después de cerciorarse de que aquel ser de apariencia tenebrosa ya
no estuviera fuera del local, comenzó a caminar por la calle
principal pero de nueva cuenta escucho los pasos, esos horribles
pasos que lo perseguían, doblo en una esquina sin percatarse que era
la calle del cementerio; al verse acorralado y sin salida y con los
pasos de aquel ser acercándose peligrosamente a su persona comenzó
a temblar y sintiendo que ya estaba perdido una luz de esperanza se
dejo ver en la forma de un rayo claro que emanaba del marco de una
puerta, era la puerta de entrada de una de esas mansiones y una mujer
de apariencia vieja le hablo en voz baja.
-Muchacho ven para
acá, corre a menos que quieras morir o desaparecer.
El joven corrió con
todas sus fuerzas pues los pasos se escuchaban cada vez mas cerca,
entro de manera estrepitosa a la casona y la mujer cerro la puerta
tras de el cuando los pasos que ya eran muy continuos casi alcanzaron
la entrada de la casa, una vez dentro la señora de aspecto
desaliñado pero elegante le indico que la siguiera hacia la
siguiente habitación, una suerte de sala de estar, una vez ahí le
dijo.
-Muchacho que suerte
has tenido je-je-je, un poco mas y no la cuentas je-je-je.
-Y que lo diga, le
agradezco por ayudarme.
-No tienes nada que
agradecer, es lo que mi desaparecido marido hubiera querido.
-¿Su marido?
-Si mi marido, esa
maldita cosa se lo llevo y nunca mas lo volví a ver.
-Lo siento mucho.
No te preocupes, ya e superado eso, después de todo de eso ya hace
bastante tiempo je-je-je.
Se hizo un largo silencio que solo fue roto por el silbido de una
olla en la que se estaba calentando agua a lo que la mujer le ofreció
té, que el acepto gustoso, una vez servido y sentados los dos en una
vieja sala de madera comenzaron a platicar de nuevo.
-¿Pero qué es esa cosa?
-Nadie lo sabe hijo, solo sabemos que llego ya hace bastante tiempo,
tanto que ya olvidamos la fecha exacta.
-¿Sabe usted que es lo que quiere o por que me persigue, cada vez
que tengo este sueño?
La señora no lo dejo terminar cuando le increpó con voz fuerte.
-¿SUEÑO? NO HIJO ESTO NO ES UN SUEÑO, ESTO ES LA REALIDAD.
-Me esta diciendo ¿qué esto esta pasando en la vida real?
-Claro que si, pero lo mas importante es saber ¿Por qué?,
desafortunadamente yo no puedo responder esa pregunta y dudo que
alguien mas lo pueda hacer.
-Y ¿qué puedo hacer entonces?
-Si yo fuera tu, saldría cuanto antes de este lugar, pero no en este
momento ya que esa cosa no se larga de aquí hasta que empieza a
despuntar el sol por la punta de la torre de la iglesia.
-Carajo, usted disculpe.
-No te preocupes yo misma hubiera lo hubiera dicho si no lo hacías
tu.
-Que carajos voy a hacer ahora.
-No te preocupes yo te puedo dar posada, al menos hasta que esa cosa
se retire del pueblo y nos permita retomar nuestras vidas.
-Se lo agradezco mucho.
-No tienes nada que agradecer, mi desaparecido marido así lo hubiera
querido.
Los dos siguieron tomando té y comiendo panecillos en silencio,
cuando de pronto se escucho un fuerte estruendo en la parte de
enfrente de la casa, como si cascos pesados chocaran contra el
empedrado de la calle, ambos se asomaron por las ventanas y se
encontraron con la criatura que mostraba sus pies, una suerte de
patas de caballo enormes y que chocaba de manera enérgica sobre las
piedras haciendo brotar chispas de las mismas; el muchacho se asusto
de tal manera que casi se cae de culo sobre una mesita que se
encoraba a su espalda, la criatura resoplo y choco una vez mas sus
cascos sobre las piedras generando muchas chispas y desapareciendo
por la calle en una carrera frenética, tomando rumbo hacia el
cementerio del cual la hasta entonces desconocida benefactora del
muchacho era quien lo cuidaba, junto con su vecino de enfrente.
Una vez la criatura se hubo machado la señora le entrego unas
cuantas cobijas de lana gruesas y que le permitirían pasar una noche
algo confortable o al menos calentita ya que el dormiría en uno de
los sillones de tres puestos que se encontraban en el salón, por
instrucción de la señora ya que no quería ofrecerle una de las
habitaciones, quizá por desconfianza, pero no pasaría la noche en
una de sus camas. El muchacho se acomodo lo mejor que pudo y la
señora se sentó en el sillón individual y continuó charlando con
el chico, contándole muchas cosas sobre el pueblo cómo el hecho de
que antes de la llegada de ese extraño y aterrador ser era un lugar
prospero y lleno de vida y bullicio; tras unos minutos de estarle
contando sobre el pueblo cambió de tema y le empezó a hablar sobre
su marido.
-Mi desaparecido marido era el sepulturero de este pueblo y el señor
Eckman era su socio y ayudante, nuestro vecino del frente.
-Entonces su marido era quien enterraba todos los muertos.
-Si, se podría decir que si.
-Mi marido ademas de ser el sepulturero también estaba un poco loco,
ya que siempre hablaba de cosas sin sentido.
-¿Cosas como qué?
-Cosas, ya sabes, como decir que nuestro tiempo estaba conectado con
otro tiempo y que solo era cuestión de tiempo para que se diera el
caso de una conexión real entre ambos tiempos.
-Yo no se lo creía y nadie del pueblo lo hacia, al menos hasta que
llego esa cosa y que gracias a eso hemos tenido la visita de varias
personas como tu y que siempre llegan con ropas distintas a las
nuestras.
-Entonces ¿ha habido mas personas como yo?
-Si claro, cada 30 días alguien llega y siempre les ayudamos para
que esa cosa no los pesque y se los lleve je, je, je.
Pocos minutos después de esta platica el chico se empezó a quedar
profundamente dormido a tal grado que sus sentidos se desconectaron
de la realidad y perdió prácticamente la conciencia, entre sueños
logro escuchar algo que esta vez recordaría al despertar.
-Regresa a tu tiempo hijo, regresa y no vuelvas aquí, no perteneces
a este lugar y jamas lo harás, no queremos que esa cosa te atrape ya
que tu eres muy importante y eres el único que lo puede destruir,
pero aun no es tiempo de que lo hagas, vive, vive feliz y no regreses
mas.
Al finalizar esta frase sonó su alarma y se despertó de súbito
maldiciendo su suerte y negando con la cabeza que todo eso fuera
real, pero las ultimas palabras de aquella mujer seguían sonando en
su cabeza; a qué se refería, qué le habría querido decir, y sobre
todo qué haría llegada la fecha en que volviera a soñar lo mismo.
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