miércoles, 5 de febrero de 2020

TERROR NOCTURNO


TERROR NOCTURNO


Por F. H. García.


Como de costumbre el sueño recurrente de su infancia lo atacaba de nueva cuenta, cada mes era lo mismo una y otra vez soñando lo mismo, ese maldito sueño que no lo dejaba en paz y que le turbaba a razón de cada veintiocho o treinta días, era algo que lo aterraba y hacia que despertara sudando y con taquicardias, maldecía a su cerebro cada vez que esto le pasaba y siempre a la misma hora en las mismas fechas; si tenemos en cuenta que esto llevaba ocurriendo desde los 5 años y el ahora tenia 34 podemos darnos cuenta de cuanto tiempo ha vivido con este problema y que hasta cierto punto ha ignorado pero hoy nos adentraremos y profundizaremos en este sueño, lo relataremos de la mejor manera posible para que sea fácil de entender.


El se encontraba como cada noche recostado en su cama intentando conciliar el sueño e inocentemente comenzó a contar del cien al cero en cuenta regresiva para apresurar al sueño y caer dormido mas fácilmente, cosa que no logro hasta la segunda vuelta de conteo regresivo una vez alcanzada esa etapa del sueño cuando no logras discernir si estas dormido o aun no, comenzó a soñar cosas random, cosas sin importancia propias de esta fase del sueño; pero cuando llego a la fase de sueño REM es decir la fase de sueño profundo, donde el cerebro se encuentra en estado similar al de vigilia pero que es difícil despertar y en la que los sueños son mas lucidos y se quedan por mas tiempo en nuestra memoria de corto plazo que al día siguiente nos permite recordad de que trato el sueño que tuvimos la noche anterior u horas atrás, fue cuando inicio el terror nocturno que lo perseguía desde la infancia.

Se encontraba parado a la entrada de un poblado que se veía algo antiguo, de esos del estilo del siglo XIV o XV, los arcos de la entrada eran de roca solida tallada y encajada a la perfección cuyos cantos exteriores eran coronados por una suerte de murallas de roca de cantera labrada y con cortes simétricos que servían a la ves de protección ante ataques externos, como para resguardar a los pobladores de dicho lugar; por las calles no se veía ni un alma las casas pareciera que se encontraban abandonadas pero los jardines contaban otra historia, perfectamente cortado el pasto, las cercas y muros de enredaderas maravillosamente perfilados y las luces de velas al interior de dichos hogares denotaban que claramente alguien se encontraba viviendo ahí. Comenzó a caminar por la calle principal, una calle empedrada con grandes piedras de río y en cuyos bordes exteriores se encontraban decoradas por una suerte de guarnición de piedra de cantera rosada y labrada hasta tal punto de dejarla muy lisa y suavizada, sus pasos aunque temerosos eran firmes y se hacían eco por la calle solitaria.

Serian como las 5 o 6 de la tarde presumiblemente ya que no se podía saber con certeza, su vestimenta era moderna, como la que usaba el día anterior, una playera gris, unos vaqueros desgastados, tenis algo sucios y una chamarra que hacia juego con los vaqueros de igual manera algo desgastada, mientras seguía caminado por la calle principal pudo notar como por entre las ventanas se dibujaban las siluetas de rostros que lo veían pasar, se notaba una mirada interrogante en algunos de esos rostros pero mas el miedo que era evidente en la forma como se asomaban, algunos corrieron sus cortinas o cerraron la hojas de madera de las ventanas que bloqueaban por completo la visibilidad al interior de las viviendas; a lo lejos se veía un negocio abierto el único en toda esa calle, mientras caminaba hacia ese negocio pudo notar que un poco más lejos en una loma que estaba bordeada por una pared muy pequeña se encontraban varias cruces, era una suerte de cementerio que intuyo era el cementerio de ese poblado. La entrada del mismo quedaba a un costado de la calle principal y una calleja conducía a la misma, en esta se encontraban pocas casas, a lo mucho dos, pero muy grandes del tamaño de una mansión de al menos 7 recamaras.

El no presto demasiada atención al cementerio ya que no era algo que le generase curiosidad pero al dar el siguiente paso escucho unos pasos a su espalda, el sabia perfectamente de que o de quien se trataba después de todo era su cita recurrente de cada mes al revivir su terror nocturno, volteo para ver quien era, logro ver una sombra negra, alta y con forma humana, pero su tamaño no era para nada el de un humano, comenzó a caminar hacia el negocio abierto y el extraño ser lo siguió aunque a una distancia muy alejada ya que el se encontraba a medio pueblo y a medio camino del negocio y su perseguidor se encontraba a la entrada del poblado; como bien dijimos el reanudo su paso y el aterrador ente inició su marcha a medida que el muchacho aceleraba el paso la criatura lo hacia también, dejando escuchar el sonido de sus fuertes pisada en el empedrado de la calle, el joven juraría que de las rocas salían chispas, pero jamas se volteo ni una sola vez en ninguno de sus sueños para poder comprobarlo pues era mas el miedo y el pavor que le hacia sentir su perseguidor.

A medida que aceleraban sus pasos y ya casi en una carrera descontrolada el muchacho alcanzo la entrada de aquel negocio que hasta entonces permanecía en el anonimato y que ahora sabia que se trataba de una taberna, entro agitado y sin aliento, los clientes le miraron con zozobra y algo de miedo pues sus ropas no concordaban con las de los habitantes ni su aspecto, se asomo por la puerta de la taberna y pudo ver como ese ser se quedo afuera, expectante mirando desde el interior de su capucha con unos ojos tan rojos que parecían de fuego al muchacho, el tabernero que había escuchado los pasos de aquel ser se acerco al joven y le dijo que pasara que no tuviera miedo que estaba entre amigos y que aquello que lo perseguía no podía entrar a ese lugar ni a ninguna de las casas, pero el cementerio era otro cantar, el joven iba a preguntarle quien era el sujeto que lo perseguía pero el tabernero no lo dejo decir una sola palabra ya que le indico que el no sabia quien o que era pero que tenia muchos años viniendo a la misma hora todos los días y que desde su aparición muchas personas han desaparecido del pueblo, pero que con el paso del tiempo han logrado evadirlo.

El tabernero le indico que pasara con un ademan de la mano, el joven se sentó en la barra y el tabernero le sirvió en una copa de madera vino, dulce vino que el muchacho se apresuro a beber y ya un poco mas calmado intento obtener mas respuestas pero el tabernero no le pudo dar mas información ya que no tenia respuestas a sus preguntas, otros clientes que lo miraban desde el fondo de la taberna solo atinaron a decirle que saliera de ese pueblo lo más pronto posible y que no se quedara mas o el podría ser el siguiente en desaparecer y mas con esas extrañas ropas que el usaba; tras esto el tabernero le entrego una muda de ropa y le dio una suerte de mochila de carnaza para que guardara su ropa anterior. El muchacho se apresuro a cambiar y una vez guardada su ropa vieja y vestido con algo de la época decidió marcharse de ese lugar agradeciendo al tabernero por el trago y las ropas y a los clientes por haberle dado esa advertencia.

Salio de la taberna después de cerciorarse de que aquel ser de apariencia tenebrosa ya no estuviera fuera del local, comenzó a caminar por la calle principal pero de nueva cuenta escucho los pasos, esos horribles pasos que lo perseguían, doblo en una esquina sin percatarse que era la calle del cementerio; al verse acorralado y sin salida y con los pasos de aquel ser acercándose peligrosamente a su persona comenzó a temblar y sintiendo que ya estaba perdido una luz de esperanza se dejo ver en la forma de un rayo claro que emanaba del marco de una puerta, era la puerta de entrada de una de esas mansiones y una mujer de apariencia vieja le hablo en voz baja.

-Muchacho ven para acá, corre a menos que quieras morir o desaparecer.

El joven corrió con todas sus fuerzas pues los pasos se escuchaban cada vez mas cerca, entro de manera estrepitosa a la casona y la mujer cerro la puerta tras de el cuando los pasos que ya eran muy continuos casi alcanzaron la entrada de la casa, una vez dentro la señora de aspecto desaliñado pero elegante le indico que la siguiera hacia la siguiente habitación, una suerte de sala de estar, una vez ahí le dijo.

-Muchacho que suerte has tenido je-je-je, un poco mas y no la cuentas je-je-je.
-Y que lo diga, le agradezco por ayudarme.
-No tienes nada que agradecer, es lo que mi desaparecido marido hubiera querido.
-¿Su marido?
-Si mi marido, esa maldita cosa se lo llevo y nunca mas lo volví a ver.
-Lo siento mucho.
No te preocupes, ya e superado eso, después de todo de eso ya hace bastante tiempo je-je-je.

Se hizo un largo silencio que solo fue roto por el silbido de una olla en la que se estaba calentando agua a lo que la mujer le ofreció té, que el acepto gustoso, una vez servido y sentados los dos en una vieja sala de madera comenzaron a platicar de nuevo.

-¿Pero qué es esa cosa?
-Nadie lo sabe hijo, solo sabemos que llego ya hace bastante tiempo, tanto que ya olvidamos la fecha exacta.
-¿Sabe usted que es lo que quiere o por que me persigue, cada vez que tengo este sueño?

La señora no lo dejo terminar cuando le increpó con voz fuerte.

-¿SUEÑO? NO HIJO ESTO NO ES UN SUEÑO, ESTO ES LA REALIDAD.
-Me esta diciendo ¿qué esto esta pasando en la vida real?
-Claro que si, pero lo mas importante es saber ¿Por qué?, desafortunadamente yo no puedo responder esa pregunta y dudo que alguien mas lo pueda hacer.
-Y ¿qué puedo hacer entonces?
-Si yo fuera tu, saldría cuanto antes de este lugar, pero no en este momento ya que esa cosa no se larga de aquí hasta que empieza a despuntar el sol por la punta de la torre de la iglesia.
-Carajo, usted disculpe.
-No te preocupes yo misma hubiera lo hubiera dicho si no lo hacías tu.
-Que carajos voy a hacer ahora.
-No te preocupes yo te puedo dar posada, al menos hasta que esa cosa se retire del pueblo y nos permita retomar nuestras vidas.
-Se lo agradezco mucho.
-No tienes nada que agradecer, mi desaparecido marido así lo hubiera querido.

Los dos siguieron tomando té y comiendo panecillos en silencio, cuando de pronto se escucho un fuerte estruendo en la parte de enfrente de la casa, como si cascos pesados chocaran contra el empedrado de la calle, ambos se asomaron por las ventanas y se encontraron con la criatura que mostraba sus pies, una suerte de patas de caballo enormes y que chocaba de manera enérgica sobre las piedras haciendo brotar chispas de las mismas; el muchacho se asusto de tal manera que casi se cae de culo sobre una mesita que se encoraba a su espalda, la criatura resoplo y choco una vez mas sus cascos sobre las piedras generando muchas chispas y desapareciendo por la calle en una carrera frenética, tomando rumbo hacia el cementerio del cual la hasta entonces desconocida benefactora del muchacho era quien lo cuidaba, junto con su vecino de enfrente.

Una vez la criatura se hubo machado la señora le entrego unas cuantas cobijas de lana gruesas y que le permitirían pasar una noche algo confortable o al menos calentita ya que el dormiría en uno de los sillones de tres puestos que se encontraban en el salón, por instrucción de la señora ya que no quería ofrecerle una de las habitaciones, quizá por desconfianza, pero no pasaría la noche en una de sus camas. El muchacho se acomodo lo mejor que pudo y la señora se sentó en el sillón individual y continuó charlando con el chico, contándole muchas cosas sobre el pueblo cómo el hecho de que antes de la llegada de ese extraño y aterrador ser era un lugar prospero y lleno de vida y bullicio; tras unos minutos de estarle contando sobre el pueblo cambió de tema y le empezó a hablar sobre su marido.

-Mi desaparecido marido era el sepulturero de este pueblo y el señor Eckman era su socio y ayudante, nuestro vecino del frente.
-Entonces su marido era quien enterraba todos los muertos.
-Si, se podría decir que si.
-Mi marido ademas de ser el sepulturero también estaba un poco loco, ya que siempre hablaba de cosas sin sentido.
-¿Cosas como qué?
-Cosas, ya sabes, como decir que nuestro tiempo estaba conectado con otro tiempo y que solo era cuestión de tiempo para que se diera el caso de una conexión real entre ambos tiempos.
-Yo no se lo creía y nadie del pueblo lo hacia, al menos hasta que llego esa cosa y que gracias a eso hemos tenido la visita de varias personas como tu y que siempre llegan con ropas distintas a las nuestras.
-Entonces ¿ha habido mas personas como yo?
-Si claro, cada 30 días alguien llega y siempre les ayudamos para que esa cosa no los pesque y se los lleve je, je, je.

Pocos minutos después de esta platica el chico se empezó a quedar profundamente dormido a tal grado que sus sentidos se desconectaron de la realidad y perdió prácticamente la conciencia, entre sueños logro escuchar algo que esta vez recordaría al despertar.

-Regresa a tu tiempo hijo, regresa y no vuelvas aquí, no perteneces a este lugar y jamas lo harás, no queremos que esa cosa te atrape ya que tu eres muy importante y eres el único que lo puede destruir, pero aun no es tiempo de que lo hagas, vive, vive feliz y no regreses mas.

Al finalizar esta frase sonó su alarma y se despertó de súbito maldiciendo su suerte y negando con la cabeza que todo eso fuera real, pero las ultimas palabras de aquella mujer seguían sonando en su cabeza; a qué se refería, qué le habría querido decir, y sobre todo qué haría llegada la fecha en que volviera a soñar lo mismo.

Terror Nocturno
 

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